jueves, 4 de septiembre de 2025

 

EL HOMBRE QUE SUFRE  

( HOMO PATIENS )

Decía nuestro Maestro Viktor Frankl: .. El verdadero ser del hombre es la existencia y el sentido último de la vida es la trascendencia. El camino que emprendimos en nuestra crítica del nihilismo nos llevó del automatismo a la existencia; el camino elegido en nuestro análisis de la crisis del humanismo nos ha llevado de la autonomía a la trascendencia. Solo desde la trascendencia se puede encontrar el sentido último del sufrimiento

Frankl  nos hablaba del El Homo Patiens, o "el ser humano que sufre", una noción central en la psicología existencial donde nos invita a explorar la capacidad humana para encontrar significado y trascendencia incluso en medio del sufrimiento más profundo.

El que   experimentó en carne propia la atrocidad del Holocausto, donde fue testigo de la degradación y la muerte, y sintió en su propia piel el dolor y la desesperanza. Sin embargo, a través de su experiencia, Frankl descubrió que aquellos que lograban mantener una conexión con un propósito más elevado y encontrar sentido en medio del horror, eran capaces de resistir y encontrar una razón para seguir adelante. A través de la aceptación de la realidad, la búsqueda de un sentido personal y la dedicación a causas más allá de uno mismo, el ser humano puede transformar el sufrimiento en una experiencia trascendente. 

Cada persona tiene una historia única y una combinación particular de valores, talentos y experiencias. Al explorar y abrazar estas cualidades individuales, podemos descubrir un propósito auténtico que nos ayude a enfrentar incluso los desafíos más difíciles. El hombre doliente también nos recuerda la importancia de la conexión humana. 

Frankl señala que el sufrimiento puede aislar a las personas y hacerlas sentir solas, pero al alcanzar a los demás y brindar apoyo mutuo, encontramos consuelo y fortaleza. La empatía y la compasión se convierten en herramientas fundamentales para sobrellevar el sufrimiento y construir relaciones significativas. Definitivamente el hombre doliente representa la capacidad humana para enfrentar el sufrimiento con resiliencia y encontrar sentido en medio de las adversidades. A través de la elección de una actitud positiva, la búsqueda de propósito personal y la conexión con los demás, podemos transformar el sufrimiento en una experiencia de crecimiento y trascendencia. 

La obra de Frankl nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y a encontrar el valor y la esperanza en tiempos difíciles, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, el ser humano es capaz de encontrar luz y significado.




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