El ciclo de vida es el proceso bio – psico - espiritual de una persona, desde su nacimiento hasta su finitud, y se refiere a un movimiento circular, proyectado en el tiempo, y está dividido en cuatro etapas: nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte. Estas etapas se relacionan con el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de una
persona, y no se detiene si éstas no han conseguido superar satisfactoriamente alguna de las etapas, pero cada una lo llevará a cabo de manera personal de acuerdo a sus capacidades.
Frankl nos decía que la vida no es algo, sino la ocasión para algo, lo importante no es lo que el individuo pueda esperar de la vida sino lo que pueda dar. La clave no está en las preguntas que el individuo le haga a la vida sino en cómo el individuo responde a las preguntas que la vida le plantea. Así una vida tiene valor cuando es por y para algo, pues una vida para nada ni para nadie, no es Vida, y nos presenta una teoría ontológica del tiempo que considera la transitoriedad de la existencia, partiendo de dos aspectos, donde primero manifiesta que el futuro no existe, así como el pasado; de este modo, el tiempo es una apariencia, lo que sugiere que la división de la temporalidad en pasado, presente y futuro constituye una ilusión de la consciencia. El segundo aspecto indica que la persona “viene de la nada y vuelve a la nada”, y, a pesar de eso, debe dar heroicamente sentido a la existencia.
En conclusión, parece evidente la importancia de pensar sobre la búsqueda del sentido en la vida de las personas, considerando la percepción temporal de su existencia. Seguro ello contribuirá para que se encuentre un sentido de la vida más auténtico, que considere desde las realizaciones presentes hasta la finitud. Con una mirada holística temporal de su vida, la persona humana no se contemplará solamente a sí misma, inmersa en el pasado, ni tampoco va a adelantarse inadvertidamente hacia el futuro, pero necesita percibir el pasado para pensar sus elecciones del presente, a fin de cambiar el futuro, creando su propio ser en el mundo
El cantautor Alberto Cortez nos dejó estos versos de su canción “La Vida”
La Vida llega, se va la vida, como una rueda gira que gira, distribuyendo la fecundidad, la desventura y la felicidad, Inagotables de su manantial…..la vida. Llega de pronto y entra sin llamar, cuando se va no dice a donde va, es la frontera de la eternidad…..la vida. No somos libres más que por amor, libres y eternos más que por amor, no vale nada si no es por amor... la vida.
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